A poco que profundicemos en la historia, vemos que los embutidos tal y como hoy los conocemos han perdido gran parte de su razón de ser. Su originaria existencia como método para conservar la carne por más tiempo, ha perdido gran parte de su valor con el uso de las hoy habituales técnicas de refrigeración y congelado en el propio hogar. ¿Pero podríamos hoy pasar sin ellos? ¿Sin su sabor, sin su textura, sin todo lo que representan en la tradición gastronómica de casi todas las culturas del mundo? La pregunta se responde por sí sola, pero por si acaso: NO.
Además de la comodidad de su uso, la facilidad para guardarlos dentro del propio hogar, la profusión de tipos y presentaciones… el embutido ha demostrado su gran versatilidad para cualqueir hora del día. Y si no vean:
FUENTE PRINCIPAL: REVISTA CONSUMER
DESAYUNOS
Una opción interesante, sabrosa para empezar el día y más en la actualidad en la que parece que el desayuno comienza a cobrar protagonismo como fuente de energía necesaria para las largas jornadas que nos esperan. Todos los expertos recomienda incluir un cierto porcentaje de alimentos protéicos en la primera comida del día y por comodidad el embutido es la opción elegida por la mayoría de las personas.
ENSALADAS
Cortado en tacos, aporta sabor a las ensaladas. Puede ser un sabor suave como el del jamón york o la pechuga de pago o un sabor más contudente procedente de embutidos como la sobrasada o el chorizo que, si se desea puede ser desgrasados con anterioridad. A este último tipo de ensaladas se le dará un contrapunto de frescor con vinagretas a base de cítiricos y frutas refrescantes.
MERIENDA
Muy poco que decir por lo evidente de la propuesta. El bocadillo de los más pequeños, un tentenpié de media tarde o como breve picoteo en el afterwork. Ideales los embutidos de diámetro grueso cortado en finas rodajas acompañado de un buen pan de pueblo. Salchichón, el chorizo de Pamplona, los chorizos dulces y picantes, el salami y también la mortadela.
SNACK O PICOTEO
Picoteo de media mañana, aperitivo de mediodía o como previo a una cena informal. Aquí el rey es el chorizo sarta. ese que siempre tenemos en casa en una pieza y que podemos cortar nosotros mismos antes de servir y acompañar con un poco de pan. También es ideal su presentación a modo de bocatita.
ENTRANTES
Entre los entrantes fríos, sin duda, la mejor opción es el lomo embuchado, elaborado con las partes más nobles del cerdo, con un sabor suave y menos grasa. En los entrantes calientes, el protagonista indiscutible es el chorizo nuevamente. Cocido, a la barbacoa, a la sidra, con un leve toque en el microondas, a la plancha… cualquier opción es buena. Como lo es también la morcilla tanto asada como frita.
O sea un sinfín de posibilidades para cualquier hora del día y siempre con relativa moderación. Es un producto calórico del que en una sociedad sin duda más sedentaria como es la actual no conviene consumir a diario pero sí de 2 a 3 veces por semana. No descarten la opción de desengrasarlos previamente con un golpe de calor. Cualquier cosa para no perderse el sabor y, sobre todo, los recuerdos que a todos nos traen este tipo de produtos.